En la infancia y a lo largo de nuestras vidas…
El abrazo brinda una sensación de bienestar y plenitud que debemos tener en cuenta al momento de conectarnos con nuestros hijos. Tiene una relevancia fundamental cuando ellos son bebés, cumple una parte importante en la nutrición al igual que la alimentación ya que experimentan a través del contacto, entre otros, “el apego” que les brindará seguridad y confianza, colaborando a la construcción de su propia identidad y potenciando su nivel de autoestima.
Al abrazar se genera un estímulo emocional y se transfiere energía, es una forma de comunicarse. La piel es el órgano más grande que tiene nuestro cuerpo y a través del mismo podemos cubrir una gran satisfacción, tanto las caricias como los abrazos y los besos son de suma importancia ya que el contacto o la estimulación física son necesarios para nuestro bienestar emocional.
Poder transmitir afecto a través del contacto corporal no es poca cosa, aumenta las endorfinas estimulando y favoreciendo la integridad de los niños y/o de las personas.
Tomarse el tiempo para ello brindará un gran beneficio.
A saber:
-Favorece el desarrollo de la inteligencia
-Estimula la confianza, la autoestima y el altruismo
-Marca patrones de afectividad y vínculos como medio de comunicación (empática)
-Colabora a superar los miedos, reduce las tensiones, la fatiga y la depresión
-Aumenta las condiciones para la adquisición del lenguaje
-Incide sobre los procesos de crecimiento (recién nacidos y/o prematuros)
-Reduce ansiedades
-Mejora el sistema inmunológico
-Calma las dolencias
-Retrasa el envejecimiento
La importancia de los abrazos a lo largo de nuestra vida nos ayudará a sentir la cercanía de los otros, a expresarnos espontáneamente, a tener mejores relaciones y por sobre todo a disfrutar de los vínculos pudiendo contactarnos con diferentes sensaciones a través del cuerpo.
No se pierdan la oportunidad ABC…Abrazos-Besos-Caricias!!!!
Miriam Goldstein
Prof. Nivel inicial
Agrupate
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